Geog. Joselino Serrano
@jmserrano73
No,
causa sorpresa que el desarrollo económico de la ciudad de Porlamar, se deba a
la dinámica comercial que por varios años ha venido registrando este espacio
insular, producto del esfuerzo y desafío que un grupo de comerciante asumieron,
para el desarrollo local, logrando obtener buenos resultado y proyectando a Porlamar
como una ciudad que se convertiría en un gran centro comercial, era reconocida Porlamar
como un centro nacional de ventas. Este esfuerzo condujo a la promulgación de
incentivos fiscales y jurídicos que aceleraban formas de crecimiento impactando
en la ocupación de sus espacios y propiciando flujos migratorios de ciudades
del oriente localizadas en tierra firme (Cumana, Carupano, El Tigre, Barcelona,
Pto. La Cruz, entre otras). Esta ciudad se convertía y sigue siendo el primer centro del estado
para acceder a un empleo. Es importante para cualquier gobernante no obviar
esta realidad. Una ciudad con esta movilidad económica necesita que su
autoridad local comprenda que en los horarios laborales el no es solo el
alcalde de los oriundo de la ciudad, sino de todas aquellas personas que
residen en otro municipios pero desarrollan su tiempo laboral en su ciudad,
tributando al desarrollo que puede estar planteado en un plan de gobierno local.
Significa que hay una población flotante que forma parte de los flujos de
intercambio diario de la ciudad y merecen que sean tomados en cuenta para
cualquier medida que se esté por planificar. Porlamar, es por si en el ámbito del
Turismo una gran oferta turística que coadyuva significativamente a la planta turística
que sitúa al estado como uno de los destinos más buscado. Debemos reconocer
todo el esfuerzo asumido hasta hora por muchos comerciantes honestos que han
asumido a nuestra Patria como suyas, trabajando con esmero y rectitud en sus
acciones e impulsando un desarrollo armónico entre los habitantes del municipio
Mariño y sus adyacentes. Es hora de reimpulsar el trabajo para el crecimiento
local bajo una concepción de patria sin estimar ningún escenario que produzca
una ruptura entre el comerciante y su gobernante. Debe ser un acuerdo tácito en
nombre de nuestros hijos, pues son ellos que heredarán los posibles desastres
hechos por nosotros y con qué valor ético y moral lo vamos a explicar.
Solo es un punto de vista.
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