martes, 24 de diciembre de 2013

A mis cuarenta años de edad.





He aprendido, que cada día que me levanto debo darle gracias a dios por el hermoso regalo de mi familia, esa que sabe entender mis continuas ausencias y dibujan en sus rostros las mejores de sus sonrisas en nuestros encuentros.

He aprendido que hay amistades que nacieron para quedarse el resto de nuestras vidas, no aplican bajo la primicia del interés, resultando ser  verdaderas, reales y existentes.

He aprendido admirar las naturaleza porque ella inspira al hombre en sus ingenios, ver las aves volar condujo a la fabricación de aviones.

He aprendido a reconocer las amistades materialistas y espirituales, es decir la codicia y el amor.

He aprendido a escuchar el silencio y reflexionar sobre mi propio yo.

He aprendido a crecer en el don del temor a dios, cosa que practico a diario perdonando desde el alma y corazón a todos aquellos seres que buscan perjudicar mi bienestar y el de mi familia.

He aprendido que la amistad en algunas ocasiones es un concepto que se sustenta en una situación particular.

He aprendido a crecer en mi capacidad de amar, esto aviva nuestro ser y nos conduce al sublime mundo del bienestar y buen vivir.
He aprendido que cada mujer es una rosa muy hermosa que adorna nuestro planeta, por lo que el respeto, la adoración, el amor, deben ser ingredientes necesarios en las relaciones con ellas, cuidándome siempre de sus espinas, las cuales usan para evitar que se les haga daño.

He aprendido que la sonrisa de un niño proyecta el mundo posible que como adultos hacemos imposible.

He aprendido que quienes ayer fueron tus padres hoy se convierte en tus hijos, como lo dice Ricardo Montaner en una de sus canciones.

He aprendido que la lectura, la música y el arte te trasladan a un nuevo mundo en el cual, cuando ya te encuentras subsumido es imposible salir de él.

He aprendido a darle forma y figura a mi vida con la ayuda del Gran Arquitecto del Universo.

He aprendido sobre el significado, del sentido del propósito y pasión por el logro.

He aprendido que detrás de cualquier situación adversa se esconde una oportunidad, por lo que toda decisión que suele perjudicarme le doy gracias a dios por que se y estoy seguro que se me viene una buena oportunidad a la que le imprimo el factor de la pasión por el logro.

He aprendido que en momento hay que callar aunque la razón este de tu lado.

He aprendido que estar borracho suele ser divertido para todos aquellos que te observan en el momento y vergonzoso para aquellas personas que te aman.

He aprendido que la humildad es una buena señal ante la teoría del surrealismo científico.

He aprendido que los grandes hombres que reconocen nuestro marco histórico, han tenido un final en donde reina la soledad y el aislamiento con el mundo.

He aprendido a luchar, trabajar y amar.

He aprendido de una frase del Che Guevara que señala que “no se vive celebrando victorias, sino superando derrotas”.

He aprendido aprender

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