jueves, 30 de agosto de 2018


MI CRISTO REDENTOR SIEMPRE PERDONA Y PROTEGE A VENEZUELA
GEÓGRAFO JOSELINO SERRANO
@jmserrano73

Cuando decimos querer o amar a nuestro país, es una afirmación de vida que demanda una comunión verdadera. Digo esto, porque entristece el corazón de muchos venezolanos, el ver como muchos de nosotros somos capaces de desgarrar nuestras envestiduras, al decir yo quiero a Venezuela. Nos contradecimos en los hechos, vacíos del temor que demanda nuestro creador, cuando no se le reconoce como nuestro único y autentico salvador. Él nos llama a que le permitamos ocupar el centro de nuestros corazones, pero prefiramos albergar otros tipos de dioses con orígenes en la oscuridad y ocultismo, provocando una plataforma de mentira que provocan; codicia, maldad, ansias de poder, deslealtad y otros tipos de elementos que contribuyen a las tribulaciones del tormento. El efecto, de no conocer a Cristo es traducido en una insistencia de dañar y perjudicar todo proceso casado con el bien, pero esto es algo natural, solo es la luchas de las almas malas contra las almas buenas. El desenlace siempre será el mismo, triunfara la luz por sobre las tinieblas y aquellas ventanas de maldad quedaran selladas y confinadas, a eso que llama las Santas Escrituras como llama eterna. Es triste, como se está viendo por diferentes redes sociales el inició de una suerte de venta y compra ilegal de los billetes del nuevo cono monetario, he aquí la contradicción de forma y fondo de esos suspiros efímeros a favor de Venezuela. Hipócritas, son todos aquellos que siguen intentando remar hacia el abismo a nuestra economía, sin pensar que en dicho abismo estarán presentes sus generaciones, buscando entre los rostros los culpables, donde posiblemente puedan estos identificar algunos de sus familiares como protagonista de esta gran estafa. No me toca a mí juzgar este comportamiento, basta saber cuáles son los planes del Hijo del Hombre y el proceso que Él está permitiendo que suceda, debe haber algún propósito detrás de todo esto. Yo, me imagino a mi Jesús de Nazareth estudiando a cada corazón, haciendo lectura de sus verdaderas intenciones, valorizando en nosotros nuestra capacidad de hacer el bien y construir una sociedad entre iguales; ajena a todo tipo de maldad y pensamientos de perversidad. Creo, que cada quien se construye su propio infierno, que de seguro no les permitirá ser capaces de vivir sin la tranquilidad en su corazón. Es posibles que su razonamiento señale que ellos, trabajaron para poseer los recursos necesarios y así vivir en otras latitudes garantizándose, producto de sus ventajas y oportunidades la seguridad social y económica de su entorno familiar. Frente a la realidad antes mencionada, permítanme decirle que la figura de extranjero, es la más desconsolada que puede haber, ella aleja la sensación real de sentirse en la patria, que nos dio el ser e identidad de ciudadano.  A qué se debe, ese afán deplorable de destruir a un país que te ha dado todo, luego se molestan cuando son señalados de traidores y bachaqueros, no son más que sus acciones que le censura su ciudadanía.
Aún tienen tiempo de rectificar esos movimientos nefastos, que buscan empobrecer a nuestra bendecida tierra venezolana, nuestro cristo redentor sigue intercediendo ante Dios Padre para nuestra salvación. Las señales están más que demostrada en los eventos naturales recientes, nos invita a reconocerlo como nuestro único y autentico salvador. Solo espero que estas líneas puedan tocar la sensibilidad de quien pueda estar incurriendo, en acciones avergonzante ante nuestro creador, para ellos existe el perdón y la invitación de vivir en comunión con Él. No puede haber idolatría por encima de Él, quien fue que creo los cielos, mares, tierra y todo ser vivo. Para El toda lo gloria, por los siglos de los siglos.