miércoles, 20 de marzo de 2019

¿INTERROGANTES DE VIDA?
JOSELINO SERRANO

Feliz día mis amigos y hermanos en la fe, hoy quiero compartir con ustedes unas interrogantes que han salido en medio de un silencio reflexivo, producido por una sensación de tristeza y emociones encontradas, propias de una situación que posee un efecto de transversalidad en la vida de cada uno de nosotros. Hay quienes reúnen características especiales (espirituales) para sobreponerse y avanzar de manera categórica y determinante y son ellos los que acuñan en sus receptores, la fortaleza e inspiración de seguir esta dura batalla. Retomando el tema, me preguntaba lo siguiente:
¿Seré acaso yo, un buen cristiano?, ¿Seré acaso yo, un buen amigo?   ¿Seré acaso yo, un buen hijo?, ¿Seré acaso yo, un buen esposo?, ¿Seré acaso yo, un buen padre?, ¿Seré acaso yo, un buen hermano?, ¿Seré acaso yo, un buen yerno?, ¿Seré acaso yo, un buen cuñado?, ¿Seré acaso yo, un buen ciudadano?, ¿Seré acaso yo, un buen vecino?, ¿Seré acaso yo, un buen jefe?, ¿Seré acaso yo, un buen compañero de trabajo? , ¿Seré acaso yo, otras tantas cosas que me podrían definir como un hombre íntegro, honesto o de bien?
A toda estas me pregunto ¿Qué debo hacer para dar respuestas a tantas interrogantes?, solo queda observar nuestro pasado, presente y futuro, ¿Qué tantas cosas merecen de mis actos un reconocimiento sincero, hacia lo positivo, real y verdadero? En momentos, nos aferramos a construir en nuestro alrededor una burbuja blindada con material de una presunta madurez y realidades vividas que la decretamos como verdades absolutas, cargadas de supuestas veracidades que se intentan trasmitir como una suerte de recetario de vida, proyectándola a nuestro entorno. Es preciso hacer un alto en nuestras vidas para indagar el sentido que esta tiene, por lo general, hablamos más de lo que podemos escuchar, obviando la necesidad en nuestro receptores de ser escuchado, debemos entender que muchos vienen a nuestra presencia solo para ser escuchado. Otros tantos recurren a nosotros para obtener una muestra o gesto de solidaridad, un caluroso o fuerte abrazo, la mayoría de las personas que en realidad se nos acercan tienen una carencia que trasciende el aspecto material. Muchas carencia tienen un origen netamente esencialista o espiritual, cuanto se nos hace difícil comunicar nuestros problemas originarios a causas de  raíces de amarguras y descontroles, producto de una crianza mal llevada, no se trata de culpar a nuestros padres ellos hicieron solo lo que sabían hacer y lo hicieron convencido que era la mejor forma. Habría que preguntarse ¿Cómo son nuestras respuestas ante los S.O.S? y es aquí donde nuestra Cristiandad, autenticidad y humanidad se pone de manifiesto, cuanto de nosotros le hemos pedido al Creador ese discernimiento para entender cuando un familiar o amigo requiere de nuestra presencia desde una perspectiva esencialista, ya que debemos tener claro que lo material no representa un factor de determinación para la verdadera felicidad de nuestras vidas. Que tan grande puede ser nuestro inventario de abrazos y apoyo, a cuanto le hemos dicho cosas de ondas fortalezas, estrechando las manos en función unánime de ser hijo de Dios.
Queridos amigos, este tema deja mucho a la reflexión, pensemos en revisarlo.
Dios le bendiga, hoy, mañana y siempre.
Joselino Serrano