miércoles, 31 de agosto de 2011

Sir. William Wallace

En una geografía tan dura como la escocesa, y más aún en épocas de la terrible dominación inglesa, la dureza en el carácter de los Highlanders (habitantes de las tierras altas) no es algo que debiera extrañar.

Entre todos ellos, si tuviésemos que destacar a una persona tendría que ser, indudablemente a Sir William Wallace.

Nacido en Elderslie, localidad cercana a Glasgow (otros creen que nació en Paisley, Renfrew, Escocia), la fecha exacta queda también envuelta en brumas: unos la sitúan el 31 de enero del año 1272, otros un par de años más temprano.

Fue el segundo hijo de Sir Malcolm Wallace, un noble menor convertido en granjero. Mientras William Wallace cumplía su segundo aniversario, el 18 de agosto Inglaterra celebraba la coronación de Eduardo I, un hombre alto y despiadado apodado Pataslargas por su enorme estatura.

Muerto el Rey escocés y muerta La Damisela de Noruega, heredera al trono, Eduardo I ve en ello su oportunidad para tomar el control de Escocia.

Mientras tanto, William Wallace no perdía el tiempo y ganaba en estatura y agilidad. Llegando a medir 6 pies y 7 pulgadas de altura, dotado de una espesa cabellera castaña rojiza William poseía enorme fuerza. Pero también demostró tener un buen intelecto y pudo haber sido un buen clérigo (recordemos que en aquellos tiempos, los segundos hijos no heredaban tierra alguna y se veían obligados a cobijarse bajo el rico manto de la Iglesia para subsistir).Estudió idiomas, historia, matemáticas, filosofía y artes bajo la tutela de sus tíos. A los 17 años se reunió por breve tiempo con sus padres.

William Wallace, como amante era un hombre de armas tomar, y su gusto por las féminas muchas veces puso su vida en peligro. Pero cuando conoció a Marion Braidfute, la heredera de 18 años del noble Hugo Braidfute de Lamington, Willy encontró la horma de su zapato.

William y Marion nunca se casaron, dado que él opinaba que un guerrero nunca debía estar atado. Sin embargo, de esa relación nació una niña. Poco después del parto, Marion fue asesinada por los ingleses, quedando la niñita a cargo de la familia de Marion.

Para entonces el pretendiente escocés al trono (John Balliol) se vio exiliado. Pataslargas exigía juramento de lealtad a los escoceses, y sir Ranald Craufud -abuelo paterno de William- tuvo que proteger a su hija Margaret y sus dos hijos menores mientras el padre de William Wallace y su hermano mayor se tuvieron que ir a refugiar al norte al no haber querido jurar lealtad al rey inglés.

Ansioso de documentarse más sobre la historia de su país, William se fue bajo la tutela de su tío sacerdote que estaba en Dundee, y fue ahí que conoció al monje benedictino John Blair, quien posteriormente sería el capellán de las tropas insurrectas de Wallace.

Con su padre y hermano mayor huyendo en el norte, William Wallace tuvo que hacerse cargo del mantenimiento de su familia. La guerra civil se aproximaba en Escocia. En 1291 el padre de William Wallace muere en una emboscada, lo cual afianza más el odio que sentirá por los ingleses. Dejando a su hermano mayor a cargo de la familia, Wallace opta por tomar cartas en el asunto de parar los abusos ingleses contra los escoceses.

Al matar, en defensa propia, a un joven llamado Selby, que era hijo de uno de los peores verdugos de los escoceses, las cosas empeoran pues pasa a ser buscado por la Ley. William y su madre huyeron a Dunfermline, pero el abuelo de Willy le hace comprender que era mejor dejar a Margaret con él.

No aceptó el tratado de sumisión a Inglaterra firmado en 1297 por los nobles escoceses y se hizo con diversas fortalezas inglesas situadas al norte del río Forth. Una vez constituía una fuerza lo suficientemente cohesionada para entrar en combate, Wallace se adjudica, el 11 de septiembre de 1297 una victoria importante en la batalla sobre el Puente Stirling, al vencer a las tropas inglesas que buscaban cruzar el río Forth. Cuenta la leyenda que cuando gano la batalla mató al comandante inglés, le despellejó y se hizo un cinturón con él y como le sobro piel rodeo la empuñadura de su espada con ella. Por su triunfo, fue elegido para el cargo de regente.

Envalentonados, muchos escoceses se suman al nuevo ejército para hacer frente a la inminente invasión inglesa, la cual se produce en el año 1298, encabezados por el propio Rey de Inglaterra, Eduardo I.

El 22 de julio de 1298, tropas inglesas y escocesas se enfrenta en Falkirk, recayendo la victoria en el ejército inglés. Producto de esta derrota, William Wallace se ve obligado a ocultarse durante los siguientes 7 años, eso sí, sin dejar de llevar a cabo una especie de guerra de guerrillas que puso a los ingleses al borde de la locura. En numerosas ocasiones lo dieron por muerto, pero reaparecía para despojar a algún noble inglés de sus pertenencias o a quemarle sus cosechas. Incluso llego a vivir un tiempo en Francia.

En 1304, habiendo nuevo rey en Escocia, se había dado una amnistía para aquellos que habían ayudado a Wallace, quien fue capturado el 3 de agosto de 1305. Una versión afirma que el culpable de su captura fue un escocés llamado Ralph Rae, quien le delató para poder salir libre. Otras versiones dan cuenta de Sir John de Menteith, un escocés que le habría capturado cerca de Glasgow. Lo cierto es que William Wallace es capturado y llevado a Londres donde es realizado, a pedido de Pataslargas, su infame juicio.

El 23 de agosto lo llevaron a Westminster Hall, donde lo acusaron de asesinato, inmoralidad, blasfemia y hasta traición al rey. Wallace afirmó nunca haber jurado lealtad a Pataslargas, por lo cual no era traidor. Pese a ello, no pudo evitar el veredicto que le condenada a muerte. La ejecución se realizaría en ese mismo momento, siendo llevado a las afueras.

Allí le ataron a unos caballos para ser llevado al campo aledaño al Hospital de San Bartolomé. Una muchedumbre se aglomeró para presenciar el sangriento show de ver a Willy primero colgado hasta la inconsciencia, luego lo amarraron, le cortaron las menudencias, le abrieron el abdomen para sacarle los intestinos y quemarlos delante de él.

Por último, procedieron a su decapitación.

La cabeza del caudillo fue puesta en una estaca en el puente de Londres, su corazón fue enviado a Escocia, y su cuerpo fue descuartizado para enviar un trozo a cada rincón del reino para que sirviera de ejemplo.

Lo que paso en escocia después de su muerte:

 


Después de la brutal ejecución de William Wallace parecía que la cruzada escocesa por la libertad había muerto con él. No obstante, en Escocia se produjeron sorprendentes procesos y Robert Bruce se convirtió en rey.

El 25 de marzo de 1306, Eduardo volvió con sus tropas al norte para combatir al nuevo traidor. Pero el 7 de julio de 1307, a sus 68 años, murió en la frontera con Escocia. Su ejército y su reino habían quedado en las incompetentes manos de su hijo Eduardo II quien regresó con sus fuerzas a Inglaterra. Tras saber de los triunfos y los errores de Wallace, Bruce recuperó gran parte de Escocia en los años siguientes.

Eduardo II finalmente llevó su ejército al norte para combatir en Bannockburn, Escocia, el 23 de junio de 1314. Tras una feroz batalla de dos días los escoceses lograron derrotar a los ingleses. Inspirado por Wallace, Bruce obtuvo la independencia de Escocia por los 400 años siguientes. Pero, en mayo de 1707, el acta de unión aglutinó a Inglaterra y Escocia en la nación de Gran Bretaña.


Frases Importantes

"Tu corazón es libre, ten valor para hacerle caso."

"La mano que mece la cuna es la mano que gobierna el mundo."

"Todas las personas mueren, pero no todas viven realmente."

Luchad, y puede que muráis. Huid y viviréis... un tiempo al menos. Y cuando estéis en vuestro lecho de muerte dentro de muchos años, ¿no cambiaréis todos los días desde aquí hasta entonces por una oportunidad, sólo una oportunidad, de volver aquí y decir a nuestros enemigos: Pueden quitarnos la vida, pero jamás nos quitarán... ¡¡¡la libertad!!!”

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